A menudo y por estos días escuchamos anuncios acerca de un posible fin del mundo, no obstante, debemos estar atentos (as) y ser sobre todo cautos antes de creer todo lo que se dice o afirma, aun cuando se establezcan argumentos medianamente creíbles. No existe hoy en día una verdad no cuestionable.
La última de las grandes mentiras tiene que ver con lo que supuestamente ocurrirá en día de hoy 27/09, incluso con hora, a las 18 hrs.
La pregunta de fondo tras la aclaración científica de este nuevo engaño es saber ¿Qué se proponen realmente quienes plantean y defienden estas mentiras?
La respuesta es múltiple:
- Desviar nuestra atención de la crisis cíclicas de la económica actual, cada vez más próximas y con efectos graves sobre la población en especial los países y personas más pobres del planeta.
- Desviar nuestra atención de los reales problemas, tales como la educación de las personas, su salud, las hambrunas y el medio ambiente, este último verdadero motivo a partir del cual se podría acabar nuestra existencia en este planeta, dada la destrucción enorme sobre la vida y los recursos naturales.
- Hacernos caer en una suerte de preocupación y paranoia permanente, lo que derive en un control mental, stress y desesperanza sobre el futuro. A la inversa un conformismo con nuestra realidad política y social.
- Finalmente la ambición. Es indiscutible que programas de televisión ganan auspiciadores comentando estupideces en reemplazo de la farándula, que mucha gente gana dinero propagando falsedades, con el mero interés comercial.
Finalmente ¿Si se acaba el mundo que más da? ¿algo podemos hacer si eso tiene que ver con un evento inevitable? ¿vale la pena perder el tiempo en preocuparse por ello?
Mi opinión es que es una horrible forma de perder el tiempo. En especial cuando cosas importantes y donde si podemos influir y que están pasando a nuestro alrededor, entre ellos la pobreza, la discriminación, la falta de educación, la justicia, el respeto, las hambrunas, el trabajo son problemas abordables.